La API o Interfaz de Programación de Aplicaciones presenta funciones y reglas que permiten la interacción y comunicación entre diferentes aplicaciones. Estas interfaces facilitan la integración de aplicaciones, lo que permite a los desarrolladores crear potentes productos digitales.
La API media entre aplicaciones a través de solicitudes y respuestas. Por ejemplo, el registro en la aplicación a través de la cuenta de Twitter existente del usuario se produce a través de la API de Twitter que los desarrolladores han integrado en la aplicación.